Es importante considerar que las sesiones de aprendizaje
deben responder a los momentos pedagógicos. Cada sesión tendrá actividades de
inicio, desarrollo y cierre: “La estructura lógica de la mediación docente
en la sesión de aprendizaje comprende: actividades de inicio, de desarrollo y
de cierre” (MINEDU 2013b: 58-59). Tales actividades se detallan a continuación:
A. Inicio
“Las actividades de inicio tienen como propósito
comunicar a los y las estudiantes lo que aprenderán en la sesión, activar o
movilizar sus saberes previos (evaluación diagnóstica), que servirán como
enlace puente para la construcción de los nuevos aprendizajes”. Esta fase es
sumamente importante porque permite al o la estudiante construir el
aprendizaje.
B. Desarrollo
“En las actividades de desarrollo, el o la docente
acompaña, guía, orienta, modela, explica, proporciona información a la o el
estudiante, para ayudarle a construir el aprendizaje. El o la docente brinda un
conjunto de estrategias y materiales que facilitan a la o el estudiante la
investigación, para la elaboración de los nuevos conocimientos, así como el
desarrollo de habilidades y destrezas” (MINEDU 2013b: 59).
Es importante recordar que, en las actividades de
desarrollo, los niños y las niñas son protagonistas del aprendizaje y deben
participar activamente en la construcción del mismo. El protagonismo de niños y
niñas implica la movilización interna y externa, es decir, interviene todo su
ser en el aprendizaje, de ahí la importancia de que en esta parte del
desarrollo de la sesión de aprendizaje ellos tengan posibilidades de elegir,
hacer y responder a preguntas claves que permitan desencadenar procesos de pensamiento
complejo, tales como: relacionar, buscar, anticipar, formular hipótesis y
elaborar preguntas y respuestas para la solución de problemas y desafíos a los
que los enfrentan los nuevos aprendizajes.
C. Cierre
“En la actividad de cierre se promueve la
metacognición[1] como parte del aprendizaje orientado al mejoramiento
continuo de los desempeños que evidencian los y las estudiantes en el
desarrollo de las capacidades. Asimismo, las actividades de cierre constituyen
una oportunidad para que los y las estudiantes transfieran o utilicen lo
aprendido en nuevas situaciones; por ejemplo, ejecución de tareas, prácticas
calificadas” (MINEDU 2013b: 59) y situaciones de la vida cotidiana.
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