Metodologías de evaluación de aprendizajes en lectoescritura





En los últimos años, la enseñanza de la lectura, la escritura y la reflexión sobre la Lengua en las escuelas ha enfrentado importantes dificultades en lo que se refiere a la evaluación de los aprendizajes.  Esto  se  evidencia  de  diferentes  maneras. 

Una  de  ellas    que  está  bastante generalizada a  pesar  de  implicar  una contradicción  evidente - consiste  en  enseñar  a  leer  y  a escribir desde una perspectiva constructivista  y luego aplicar  evaluaciones tradicionales para constatar lo aprendido.  La  perspectiva  de  enseñanza  mencionada suele  tomar en  cuenta  el  proceso  de  construcción del conocimiento por parte de los alumnos y las características del objeto a enseñar, concebido como  las  prácticas  sociales  de  lectura  y  escritura,  acompañadas  de  la  necesaria  reflexión  y sistematización  sobre  la  Lengua.  

El  accionar  didáctico  está  basado  en  la  premisa  de  que  se aprende a leer leyendo y a escribir escribiendo y que ese aprendizaje implica un largo proceso que sigue su curso a lo largo de toda la escolaridad.  Ahora bien: las alternativas evaluadoras más  generalizadas  no  evalúan  procesos,  sino  estados.  Son  las  pruebas  tradicionales  que constatan  cuánto  ignoran los niños,  pero  no  nos  brindan  la  posibilidad de comparar ese  dato con lo que saben. Son pruebas que miden, por lo general, saberes lingüísticos desligados de las prácticas sociales de lectura y escritura.   Nuestro  equipo  de  investigación  comenzó  en  2006,  en  el  marco  del  proyecto  PEF  (Proyecto Escuelas  del  Futuro),  a  diseñar  y  poner  a  prueba  instrumentos  que  permitieran  evaluar  los conocimientos de los niños al comenzar el año escolar y verificar los aprendizajes realizados durante ese ciclo lectivo al finalizar dicho año.